La iconografía que acompaña al Rock and Roll llega a convertirse en elemento fundamental de ciertas bandas, independientemente de la conceptualización que se genera por un logotipo o una imagen claramente definida del rockstar. Impactos altamente posicionados por tipografías representativas como: AC/DC, Boston, Kiss o Yes, los cuales se funden con la agrupación musical. O imágenes como el Tongue and Lip Design de The Rolling Stones creado por John Pasche en 1971, o el escudo de Ramones diseñado por el mexicano Arturo Vega -recientemente fallecido-, o la banana ilustrada en el mítico álbum de Velvet Underground expresada por Andy Warhol.
Peculiar integración icónica fue generada desde 1976 por Billy F. Gibbons, guitarrista de la legendaria bandas texana ZZ Top, cuando tenía la intención de reconstruir un auto con características especificas y muy personales. Estaba enfocado precisamente en un Ford Coupe 1933 y la búsqueda era complicada, hasta que localizó en Tucson, Arizona un vehículo con dichas especificaciones, dirigiéndose hacia allá para conocer sus condiciones. La grata sorpresa fue ver una unidad en buen estado, con poco uso y generalmente estacionada, ya que le pertenecía a una dama de edad mayor. Las situación perfecta para comprar un auto.
En compañía con Don Thelen de Buffalo Motor Cars en Paramount, California se dispusieron a la recreación, adicionándole la fuerza de un motor de Camaro Z24 Chevy V-8 350, así como luces traseras de Ford 39 y faros de Ford 34. Cromado de piezas y capas totales de rojo, Kenny Youngblood se encargó de pintar las famosas zetas en los costados del coupe y Eric Vaughn fundió el logotipo de la banda en la tapa de punterías. Este proceso duró más de 5 años.
Fue en 1983, cuando rugió por primera vez fuera de un taller la poderosa maquinaria llamada Eliminator, misma que sirvió como soporte de la imagen y portada del octavo disco de los sureños denominado del mismo modo, editado el 23 de marzo del 83. En la época MTV, donde el video acompañaba fielmente a los sencillos lanzados por las disqueras, Eliminator se volvió figura y estelarizó los clips de “Legs”, “Sharp Dressed Man” y “Gimme All Your Loving”, con apariciones precisas como el vehículo que transportaba a las Eliminator Girls: Jeana Tomasino, Kymberly Herrin, and Danièle Arnaud, playmates quienes, cual hadas madrinas, transformaban las penosas situaciones de los protagonistas y les cambiaban su monótona vida por fuertes emociones o les reestructuraban su imagen y autoestima, mientras que Frank Beard, Billy Gibbons y Dusty Hill entregaban la insignia mágica que consistía en el llavero cromado ZZ.
El disco Eliminator –producido, como desde el primer disco, por Bill Ham– se volvió multiplatino y diamante, vendiendo hasta la fecha casi 15 millones de copias, la revista Rolling Stone lo situó en el lugar 396 de su lista 500 Greatest Albums of All Time y reforzó en nuevos públicos el éxito y sonido de la banda.
El Eliminator Ford Coupe 33 original permanece estacionado, esta vez en un espacio privilegiado en el primer pasillo del Rock and Roll Hall of Fame and Museum en Cleveland, Ohio para deleite y apreciación de sus fans, mientras que una réplica gira y rueda por los Estados Unidos en eventos especiales y de caridad, y tal vez, porqué no, en alguna ocasión se aparezca para solucionarte algunas fantasías en la carretera.
- Gerardo Ortega
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