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2002
Fernando Meirelles, Kátia Lund
2hr 10min C (secuencias de violencia gráfica frecuentes)
Durante la década de los 60s (durante la dictadura militar en Brasil) se implementaron programas de reubicación de las favelas en el centro de Río de Janeiro hacia las afueras en pos de "limpiar" y modernizar la ciudad, para ello se desplazaron a estos habitantes a barrios marginales a los que tardarían años en llegar los servicios básicos, este fue el escenario perfecto para que el narcotráfico y la corrupción de las instituciones hicieran su nido, un mecanismo que crea miseria y violencia en la misma proporción.
En esta ocasión en CineLibre: Cidade de Deus.
Un joven narra su historia en un barrio marginado de Río de Janeiro, intentando llevar una vida normal (rodeado de bandidos y policías de gatillo fácil, gente amable y una vaga sensación de esperanza) cuando frente a sus ojos aparece su pasión, la fotografía. Él creció junto con su barrio, el negocio de las drogas se apoderó de las calles tan fuerte como la fotografía se apoderó de él, que intenta llevar su juventud de manera que pueda acercarse a su sueño tanto como pueda alejarse de ser asesinado.
Una película que deja al espectador con la boca abierta, que maneja un ritmo intenso desde el comienzo y lo mantiene hasta el final, que retrata de manera cruda la vida en un barrio marginado de Brasil (pero que podría aplicar en cualquier lugar) con toda la violencia y malas costumbres que se cocinan en esos lugares, pero también con la cotidianidad que traen consigo todas esas personas (la mayoría) que intentan hacer una vida de paz y amor, que permita el desarrollo de los más jóvenes, los que aún tengan el sueño de salir del espiral de violencia, los que no han entregado su vida al odio y al deseo de poder.
Con una fotografía impecable, utiliza la cámara en mano para transmitir de manera intensa las situaciones que plantea, desarrolla su historia de manera atrapante, que añade más y más capas, entrelazada consigo misma mientras sigue la historia propia del protagonista, un comienzo que engancha y un final que cierra todos los hilos que se desarrollan en el transcurso de manera sublime y no permite retirar los ojos de la pantalla.
Recomendada para cualquiera que busque una excelente película, que esté dispuesto a ver la cruda realidad que retrata la cinta. Una imperdible de cine latinoamericano (y del cine en general)
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Puedes ver aquí el tráiler:
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